 Redacción @todocircuitoweb |
Aleix Espargaró ha sido la gran referencia de Aprilia desde que el piloto español desembarcó en la estructura de Noale en 2017 después de haber defendido los colores de Suzuki durante dos temporadas.
A lo largo de estas tres temporadas, el de Granollers ha recibido en su box a un compañero de equipo nuevo año tras año, empezando por Sam Lowes en 2017, siguiendo con Scott Redding en 2018 y por último Andrea Iannone en 2019, un piloto que, a menos que el último positivo por dopaje lo impida, repetirá en este 2020 junto a Aleix.
Y en todos estos años el mayor de los Espargaró siempre ha acabado por delante de su compañero de equipo no sólo a final de curso, también en prácticamente todas las carreras de MotoGP que se han disputado desde 2017.
Así lo recuerda el propio Aleix en la última entrega del podcast Cambia el Mapa editado por DAZN, dejando un mensaje muy claro a Aprilia de que la falta de resultados no tiene nada que ver con el nivel de sus pilotos: "Durante estos últimos tres años al lado de Aleix Espargaró ha habido pilotos muy competitivos, y la RS-GP no ha acabado de funcionar. Creo que llevo no sé si 50 grandes premios en Aprilia y sólo en uno me ha ganado mi compañero de equipo, fue en Assen con Iannone y porque yo venía de una lesión brutal en Montmeló. Esto les ha hecho ver que no es cuestión de ir cambiando pilotos cada año, sino de que hacía falta un salto de calidad en la RS-GP muy grande", asegura el catalán.
Desde que debutó en MotoGP en la temporada 2009, el mejor resultado de Aleix Espargaró llegó curiosamente en el año 2014 sobre una moto de la categoría Open, la Forward Yamaha, acabando séptimo aquel año cosechando además el que hasta ahora ha sido su único podio en MotoGP en el Gran Premio de Aragón.
Aquel gran resultado sobe una moto técnicamente muy inferior a la de sus rivales permitió al español acceder a un equipo de fábrica que regresaba a la parrilla en 2015, Suzuki, aunque antes de cerrar su acuerdo con los de Hamamatsu, Espargaró ha confesado que llegó a estrechar la mano de Gigi Dall'Igna para quedarse con la Ducati de Andrea Dovizioso si el piloto italiano decidía marcharse a otro equipo al término de aquella temporada.
Foto: Motogp.com
"Yo tuve una carrera deportiva muy desestructurada al principio, cuando llegué a MotoGP siempre he demostrado que soy un piloto muy trabajador", cuenta Aleix. "Cuando firmé después del año del Forward, que hice séptimo del mundo con la Open, firmé con Suzuki y yo le había dado la mano tres semanas antes en Sachsenring a Gigi Dall'Igna para irme a Ducati, estaba prácticamente todo hecho, y al final Dovizioso decidió quedarse".
La temporada 2015 no fue fácil para Suzuki, especialmente por su fragilidad mecánica. Aleix terminó 11º del mundo, justo un puesto por delante de un debutante por aquel entonces y compañero de equipo, Maverick Viñales. En 2016 las tornas cambiaron, y el de Roses brilló con la GSX-RR logrando la cuarta plaza final, una victoria y tres podios más, unos resultados que contrastan con los obtenidos entonces por Espargaró, que no subió al podio a lo largo de todo el año y repitió la undécima posición del curso anterior.
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"Entonces me fui a Suzuki", recuerda Alex en relación a 2015. "En ese momento tuve la oportunidad de estar en dos de las fábricas más potentes del campeonato y acabé en Suzuki. Hice un buen primer año, pero en el segundo, con el cambio de gomas de Bridgestone a Michelin me costó muchísimo, pero no es una excusa, no estuve a la altura. Maverick ganó un gran premio, fue muchísimo más competitivo que yo. No hice un mal año, pero no estuve al nivel de Maverick", apostilla el piloto de Aprilia.
